No es la primera vez que se le pregunta a una de las principales estrellas del deporte mundial por la participación de las mujeres transgénero en su disciplina, pero la , 27 años, líder apabullante del ránking WTA, ha sido tajante esta semana cuando el polémico periodista Piers Morgan se ha interesado por su opinión al respecto. “Es una pregunta complicada”, arrancó la bielorrusa en Uncensored, el espacio televisivo del presentador británico; “no tengo nada en contra de las personas trans, pero creo que tienen una ventaja [física] enorme sobre las mujeres, por lo que no me parece justo que tengamos que enfrentarnos a oponentes que nacieron biológicamente como hombres”.
“Al final, nos pasamos toda nuestra vida entrenando para tratar de alcanzar nuestro límite físico y, si esto llega a darse, nos estaríamos enfrentando en la pista a un hombre biológico, que por definición siempre va a ser mucho más fuerte que una mujer”, añadió Sabalenka, que, como en su día , número uno del mundo en la década de los ochenta, no termina de ver con buenos ojos la hipotética inclusión de las tenistas trans en el circuito. “No estoy de acuerdo, no me parece justo”.
En España, deportistas de primer nivel como también se han mostrado contrarias a la idea. “Tengo amigos trans y sé lo que sufren para mostrarse como se sienten, por lo que tienen todo mi apoyo, pero en el deporte profesional es un tema delicado”, comentó la atleta gallega en 2023. “Si has madurado como hombre, aunque bajes tus niveles de testosterona, tu densidad ósea y tu desarrollo muscular van a ser diferentes a los de una mujer. Pienso que se deben abrir puertas a las personas trans, pero en el deporte no profesional. De lo contrario, estaremos compitiendo contra personas genéticamente superiores”, amplió. “No todo vale”, declaró al respecto la halterófila de Ponferrada, campeona olímpica en Londres 2012; “[su inclusión] sería una injusticia para todas las mujeres de nacimiento”.
Las declaraciones de Sabalenka, no obstante, se han producido durante la presentación de un evento que también ha despertado cierta controversia en el mundo del tenis. El próximo 28 de diciembre, la bielorrusa se enfrentará en , finalista de Wimbledon en 2022, pero relegado ahora al puesto 672 del ránking masculino tras un cúmulo de lesiones que lo acercan cada vez más a la retirada del circuito profesional.
Ajeno a cualquier oficialidad, el encuentro, denominado como La Batalla de los Sexos, pretende reeditar lo vivido hace más de 50 años, cuando Billie Jean King y Bobby Riggs se enfrentaron en Houston (EEUU) para, en palabras de King, “defender el valor del tenis femenino”.
“Asumo la responsabilidad y voy a tomarme muy en serio este partido, así que más vale que Bobby esté preparado”, advirtió entonces King, que había levantado ese mismo año su quinto título de Wimbledon. Enfrente, un hombre, Riggs, que llevaba décadas retirado, pero que a sus 55 años no se cansaba de menospreciar en los medios de comunicación el nivel del tenis femenino. El partido lo ganó la tenista californiana por aplastamiento (6-4, 6-3, 6-3), y en 2017, casi cinco décadas después, Emma Stone y Steve Carell reencarnaron la historia de los protagonistas en la gran pantalla.
Ahora, Sabalenka y Kyrgios van a repetir el formato. El contexto, eso sí, será bien diferente. Organizado por capital privado y retransmitido en directo en decenas de países de todo el mundo, el partido de exhibición entre la bielorrusa y el australiano se celebrará en el Coca-Cola Arena de Dubái, donde las entradas oscilarán entre los 345 y los 425 dólares.
“Me siento muy honrada de representar al tenis femenino y sé que voy a ganar”, . “Cuando la número uno del mundo te reta, solo queda aceptar”, replicó Kyrgios; “Aryna es una jugadora excepcional, pero voy a darlo todo para ganarla. Que Dubái y el mundo se preparen, porque va a ser un gran espectáculo”.